viernes, 13 de marzo de 2009

La gente no los está viendo ni escuchando. El discurso político, los políticos y la caja de mensajes que los sostienen no resultan interesantes y dignos de prestarles atención para millones de ciudadanos de nuestros países. Esta crisis en la manera de relacionarse viene arrastrándose desde las últimas décadas del siglo pasado, pero en estos últimos años se ha solidificado de manera tal que requiere de la urgente decisión de cambiar.

Las principales innovaciones en la búsqueda por establecer la conexión emocional provienen de la adaptación de conocimientos de la psicología cognitiva y de las experiencias exitosas de comunicación política de los últimos 50 años. Pero se inician fundamentalmente en la aceptación por parte de la clase política de que el “No diálogo” ejercido con la ciudadanía es de su exclusiva responsabilidad.

Soraya Sáenz de Santamaría, vocera del Partido Popular español
La nota

En enero de 2009, la atractiva portavoz del PP en el congreso español, Soraya Sáenz de Santamaría generó un inusitado revuelo en el aburrido escenario político del invierno europeo al ceder una entrevista al diario El Mundo en el que posó en una situación deliberadamente erótica , y brindó declaraciones sobre la actualidad, su relación con su pareja, sus gustos y sus deseos. En el masculinizado ambiente de las mujeres en política, la frescura y sensualidad femenina es un fuerte detonante y catalizador de mensajes.

"Yo me casé con un hombre que tiene una retranca bárbara. Tenemos una complicidad especial para reírnos de las mismas cosas" afirmó la vocera del PP.

No es sólo cuestión de adaptarse a nuevas tecnologías de comunicación. Esa sería una de las consecuencias del ejercicio de una nueva mirada sobre el problema. Lo central es que los políticos en general no están dispuestos y a muchos más no les interesa, dialogar con la ciudadanía. Dialogar implica un proceso de ida y vuelta, significa escuchar, valorar la opinión, modificar actitudes y obrar en consecuencia.


Esperanza Oña, quién era portavoz parlamentaria del PP.
La alcande de Fuengirola y su Merengue de campaña en 2008

Innovar en las formas de comunicación política implica por un lado conocer, aceptar y utilizar los recursos de la política de las emociones, y por otro, el correcto acoplamiento del mensaje y el discurso político en un marco conceptual adecuado a lo que la gente piensa y siente en un momento histórico determinado.

Esas innovaciones, al menos las de mayor trascendencia, han incluido la sátira y el humor, la música atrayente, el cuerpo, los colores, los gadgets, los productos naturales como aspiracionales de vida sana y hasta sus propias mascotas.

La consigna sigue siendo: Lograr la atención de las audiencias o morir en el intento...


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1 comentarios :

aquiles m. dijo...

Lo que la han criticado en España !!
Hasta por tener pata grande !!
También son muy crueles allá.
Nada mal está.
Saludos